En "El evangelio según Tolkien", Ralph C. Wood argumenta que Sam Gamgee sirve como el héroe por excelencia en "El señor de los anillos" debido a su profundo compromiso de servir a los demás. La lealtad y la dedicación de Sam a Frodo tienen un peso significativo a lo largo de su viaje, mostrando cómo el verdadero heroísmo a menudo implica desinterés y apoyo para los demás en lugar de buscar gloria personal.
.Wood enfatiza que el papel de Sam como sirviente mejora su heroísmo, destacando que los mejores actos de coraje provienen de una voluntad de ayudar y elevar a los que nos rodean. Esta perspectiva sobre el heroísmo redefine lo que significa ser un héroe, lo que sugiere que los mayores actos de valentía provienen de aquellos que priorizan el bienestar de sus compañeros por encima de sus propios deseos.