En "sin refugio", Barbara Kingsolver explora el tema del materialismo y su impacto en la realización personal. Uno de los personajes centrales expresa la creencia de que buscar deseos materiales puede ser perjudicial, afirmando que son tóxicos. Esta perspectiva destaca una comprensión más profunda de la felicidad que va más allá de las posesiones físicas, lo que sugiere que el verdadero cumplimiento proviene de relaciones y experiencias significativas en lugar de la acumulación de bienes.
La narrativa desafía las normas sociales que equiparan el éxito con la riqueza y la propiedad. A través de los viajes de sus personajes, Kingsolver enfatiza la importancia de priorizar el bienestar emocional y espiritual sobre los deseos superficiales, alentando a los lectores a reflexionar sobre lo que realmente enriquece sus vidas y encontrar valor en aspectos no materiales de su existencia.