El protagonista reflexiona sobre sus motivaciones para convertirse en enfermera, recordando el consejo de Maurice, quien enfatizó la importancia de servir a los demás. Aunque inicialmente creía que su deseo de ayudar era genuino, finalmente se sintió incumplido en su papel de enfermera. El sentido del propósito que buscó fue eclipsado por un anhelo de algo más estimulante.
Eventualmente, se da cuenta de que su verdadera pasión radica en la emoción de resolver misterios y recolectar pistas para los casos. Esta revelación destaca su necesidad de aventura y estimulación intelectual, que la enfermería sola no podría proporcionar. Por lo tanto, está alejada de su carrera de enfermería para seguir un camino más emocionante.