La monarquía en Arabia Saudita se ha caracterizado por una tendencia a la lujuria y la extravagancia, lo que podría debilitar su supervivencia y estabilidad. Esta adicción a la opulencia puede comprometer la fuerza y efectividad de la institución a largo plazo. El temor es que tal exceso llevará a su caída, ya que desvía el enfoque de problemas más apremiantes que podrían amenazar la continuidad de la monarquía.
Jean Sasson, en su serie "Princess", explora estos temas a través de la lente de una familia real que se ocupa de las consecuencias de sus elecciones de estilo de vida. La preocupación general es que su dependencia del lujo podría erosionar su autoridad e influencia, lo que sugiere una visión crítica de las posibles vulnerabilidades inherentes a su forma de vida extravagante.
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