La práctica del casino de mostrar los últimos giros de la rueda de la ruleta tiene un propósito psicológico en lugar de uno práctico. Al proporcionar esta información, permiten a los jugadores crear una falsa sensación de control sobre sus posibilidades, ya que les hace creer que pueden predecir los resultados futuros basados en resultados pasados. Esta táctica inteligente juega con la tendencia humana a encontrar patrones en eventos aleatorios, beneficiando en última instancia a la casa.
En esencia, la observación destaca cómo los casinos manipulan la información para influir en el comportamiento del jugador. Subraya el tema más amplio del libro, que analiza cómo se pueden distorsionar las percepciones de riesgo y azar, lo que lleva a las personas a tomar decisiones basadas en supuestos equivocados, especialmente en entornos de alto riesgo como los mercados financieros y el juego.