La escena descrita cerca de la casa de la ruleta presenta una visión desgarradora del caos de la guerra a medida que el granero se convierte en un hospital improvisado lleno de soldados heridos. El aire está lleno del sonido de su desesperación, mientras pronuncian gritos, oraciones y maldiciones mientras intentan llamar la atención de los cirujanos abrumados. Las imágenes son intensas, mostrando el costo físico y emocional de estos hombres que sufren y desesperados por el cuidado.
Los cirujanos, que trabajan sombríamente en condiciones tan trágicas, son retratados como dedicados y horrorizados, manchados con la sangre de sus pacientes. La vista de las extremidades cortadas se suma a la grotesca realidad de la guerra, y la constante cacofonía de la batalla enfatiza que la lucha por la supervivencia continúa más allá de los muros del granero. Esta vívida representación captura la brutalidad del conflicto y el profundo impacto que tiene tanto en los heridos como en aquellos que intentan ayudarlos.