En "El cuarteto: orquestando la segunda revolución estadounidense, 1783-1789", Joseph J. Ellis presenta la idea de que la constitución fue diseñada para fomentar discusiones y debates en lugar de proporcionar resoluciones claras a los conflictos. Este enfoque enfatiza la creencia de que la fortaleza de una sociedad democrática radica en su capacidad para participar en el diálogo y navegar por desacuerdos a través de la argumentación.
El análisis deEllis sugiere que los fundadores reconocieron la importancia de crear un sistema donde las diferentes opiniones podrían surgir y abordarse a través del debate racional. Al priorizar el argumento como un medio de gobierno, allanaron el camino para un panorama político más dinámico, lo que permite que la nación evolucione y se adapte con el tiempo.