Las personas más felices del mundo son aquellas que tienen una relación profunda y empapada de gratitud con Cristo.
(The happiest people in the world are those who have a deep, gratitude-drenched relationship with Christ.)
En el libro de Randy Alcorn "La promesa de la felicidad de Dios", enfatiza la importancia de cultivar una relación profunda con Cristo para lograr la verdadera felicidad. Según su perspectiva, una actitud de gratitud hacia Dios fomenta una conexión más profunda y conduce a una vida más satisfactoria.
Alcorn sugiere que las personas más felices son aquellos que reconocen y aprecian su vínculo con Cristo. Esta gratitud no solo mejora su bienestar espiritual, sino que también influye positivamente en su perspectiva general de la vida, haciéndolos más resistentes y alegres en medio de desafíos.