No fingimos que todo está bien. Pero conociendo las orden de Dios que se regocijen en él a través de su poder totalmente suficiente, meditamos en su palabra y le llamamos a que nos imparte su alegría. Con el tiempo, Dios intercambia nuestras respuestas naturales con su presencia sobrenatural y de alegría. A veces la tristeza y la alegría luchan; A veces coexisten, pero cuando nuestros corazones y mentes están en Cristo, la alegría nunca está lejos:
(We don't pretend all is well. But knowing God's commands to rejoice in him through his all-sufficient power, we meditate on his Word and call on him to impart his gladness to us. In time God exchanges our natural responses with his supernatural, joy-giving presence. Sometimes sorrow and joy do battle; sometimes they coexist, but when our hearts and minds are on Christ, joy is never far away:)
El autor, Randy Alcorn, reconoce que la vida puede ser desafiante y no todo es perfecto. Sin embargo, enfatiza la importancia de los mandamientos de Dios para regocijarse en él. Al meditar sobre las Escrituras y buscar la ayuda de Dios, los creyentes pueden encontrar alegría a través de su poder transformador, lo que reemplaza nuestras reacciones ordinarias con un sentido divino de alegría con el tiempo.
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