El trabajo de la prensa es decirle la verdad al poder. Y, sin embargo, por hacer nuestro trabajo, somos perseguidos. Yo digo que no se debe permitir que estas tácticas agresivas e ilegales para silenciarnos (inventar interpretaciones jurídicas arbitrarias, acusaciones demasiado entusiastas y sentencias desproporcionadas) tengan éxito.
(The job of the press is to speak truth to power. And yet, for doing our job, we are persecuted. I say that these aggressive and illegal tactics to silence us - inventing arbitrary legal interpretations, over-zealous charges and disproportionate sentences - must not be permitted to succeed.)
Esta cita destaca el papel esencial de la prensa a la hora de responsabilizar a quienes están en el poder y garantizar la transparencia dentro de la sociedad. Subraya la paradoja de que periodistas y medios de comunicación enfrenten persecución y desafíos legales cuando cumplen con su deber con honestidad. El énfasis en tácticas ilegales y acusaciones arbitrarias genera preocupación sobre la supresión de la libertad de expresión y la necesidad de defender la libertad de prensa como piedra angular de la democracia. Es un llamado a resistir cualquier intento de silenciar a los medios mediante la intimidación o medios legales injustos, reforzando que la verdad y la rendición de cuentas deben prevalecer a pesar de los esfuerzos por reprimirlos.