Lo opuesto al final feliz no es en realidad el final triste: el final triste.
(The opposite of the happy ending is not actually the sad ending--the sad endin)
La cita de Orson Scott Card sugiere que la conclusión contrastante de un final feliz no es simplemente triste. Si bien un final triste deja al público sintiéndose melancólico, aún puede evocar emociones fuertes y brindar un cierre. Esto indica que una historia puede terminar con gracia pero a la vez con tristeza, reflejando las complejidades de la vida y las narrativas.
Por el contrario, cuando una historia da un giro inesperado o sin resolver, puede dejar a los espectadores sintiéndose inquietos, resaltando la noción de que no todos los cuentos encajan perfectamente en los finales tradicionales. Esta perspectiva desafía nuestra comprensión de la satisfacción narrativa e invita a una reflexión más profunda sobre la naturaleza de la felicidad y la resolución en la narración.