Los terroristas a los que nos enfrentamos hoy no dependen de teléfonos móviles, teléfonos SAT ni correos electrónicos. Dependen de los mensajeros. No se puede interceptar lo que un mensajero le dice a alguien.
(The terrorists that we are up against today do not rely upon cell phones and SAT phones and emails. They rely on couriers. You cannot intercept what a courier is telling somebody.)
Esta cita destaca el desafío duradero de la comunicación encubierta en la lucha contra el terrorismo. A pesar de los avances tecnológicos, los adversarios a menudo recurren a métodos tradicionales como los mensajeros, lo que enfatiza la necesidad de que las agencias de inteligencia se adapten y permanezcan alerta contra los medios de comunicación no digitales. Subraya que la innovación en el contraterrorismo debe anticipar que los enemigos explotarán soluciones simples y de baja tecnología para evadir la vigilancia, convirtiendo cada modo de transmisión en un objetivo de escrutinio.