En "Los mil otoños de Jacob de Zoet", David Mitchell explora el significado de la mitología más allá de su lenguaje. La frase "La verdad de un mito, Su Señoría, no son sus palabras sino sus patrones", enfatiza que el significado más profundo reside en los temas y estructuras recurrentes que se encuentran dentro de las historias. Estos patrones resuenan con las experiencias humanas y reflejan verdades sobre la vida, la moralidad y la sociedad.
Mitchell sugiere que comprender los mitos requiere mirar más allá de la superficie para captar las conexiones y narrativas subyacentes que dan forma a la cultura y las creencias individuales. Al centrarse en patrones en lugar de palabras específicas, los lectores pueden apreciar las verdades universales que transmiten estas historias, lo que permite una mayor comprensión tanto de la condición humana como de la historia cultural.