Luego le dijo que mirara en el dormitorio y Aureliano Segundo vio la mula. Su piel se aferraba a sus huesos como el de su amante, pero era tan viva y resuelta como ella. Petra Cotes lo había alimentado con su ira, y cuando no había más heno, maíz ni raíces, le había dado refugio en su propio dormitorio y lo alimentó en las sábanas de percal, las alfombras persa, las lágrimas de la cama, las cortinas de terciopelo y el dosel bordado con hilos de oro y cubierta de seda en la cama episcopal.


(Then she told him to look in the bedroom and Aureliano Segundo saw the mule. Its skin was clinging to its bones like that of its mistress, but it was just as alive and resolute as she. Petra Cotes had fed it with her wrath, and when there was no more hay or corn or roots, she had given it shelter in her own bedroom and fed it on the percale sheets, the Persian rugs, the plush bedspreads, the velvet drapes, and the canopy embroidered with gold thread and silk tassels on the episcopal bed.)

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Aureliano Segundo está dirigido por Petra Cotes para registrarse en el dormitorio, donde descubre una mula que parece demacrada pero comparte un espíritu feroz similar a su dueño. Esta sorprendente observación destaca tanto la resistencia de la mula como la de Petra a pesar de sus graves circunstancias.

Petra, resuelto y determinado, ha sostenido a la mula con su feroz energía. En un acto desesperado, recurre a alimentar al animal con telas caras de su habitación, incluidas sábanas y alfombras, mostrando su apego y las longitudes a las que va a brindar atención en medio de sus luchas.

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enero 27, 2025

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