Hay dos formas por las cuales el espíritu de una cultura puede ser arrugado. En la primera, la cultura orwelliana se convierte en una prisión. En el segundo, la cultura huxleyana se convierte en un burlesco. No
(There are two ways by which the spirit of a culture may be shriveled. In the first-the Orwellian-culture becomes a prison. In the second-the Huxleyan-culture becomes a burlesque. No)
Neil Postman, en su libro "Divisándonos hasta la muerte", discute dos formas distintas en las que la cultura puede deteriorarse. El primer escenario es el enfoque orwelliano, donde una cultura es sofocada por la gobernanza opresiva y las ideologías restrictivas, creando un ambiente similar a una prisión. Esto da como resultado una supresión del pensamiento y la libertad, lo que lleva a una sociedad estancada.
El segundo escenario es la perspectiva huxleyana, donde la cultura se trivializa a través del entretenimiento excesivo y la superficialidad, que se asemeja a un burlesco. En este caso, las personas se distraen con el entretenimiento, perdiendo la capacidad de participar en un discurso significativo. Ambas situaciones destacan los peligros de descuidar la profundidad de la comunicación pública y el pensamiento crítico en la sociedad.
