El cambio de asociaciones de Wall Street a corporaciones públicas cambió significativamente el panorama financiero. Estas corporaciones se convirtieron en sujetos de especulación en lugar de ser valoradas por su impacto social y económico inherente. Como resultado, su valor fue cada vez más determinado por apuestas externas y percepciones del mercado en lugar de su estabilidad fundamental real.
Esta transformación significó que el concepto de "demasiado grande para fallar" evolucionó; Ahora se basaba en cuántas operaciones especulativas se hicieron contra un banco, en lugar de sus operaciones bancarias centrales o su importancia para la economía. Este enfoque en la especulación contribuyó a la inestabilidad en el sistema financiero y subrayó los riesgos asociados con las instituciones financieras que se convirtieron en entidades públicas.