En "Silken Prey" de John Sandford, el protagonista posee una gran conciencia de su entorno pero se abstiene conscientemente de mirar a su alrededor. Esta decisión surge de la comprensión de que tal comportamiento puede atraer atención no deseada. El acto de observar el entorno puede generar sospechas entre otros, haciéndoles cuestionar los motivos del individuo.
Esta evasión estratégica resalta el deseo del personaje de pasar desapercibido y pasar desapercibido, mostrando su habilidad para afrontar situaciones potencialmente peligrosas. Al no llamar la atención, mantiene un perfil bajo, lo cual es crucial para su seguridad y sus objetivos en un panorama narrativo tenso.