Lo que sucede en 'Gourmet' es que teníamos ocho cocinas de prueba y, en un momento dado, había como diez o doce cocineros de prueba. Y cada vez que alguien terminaba algo, gritaba: '¡Prueba!' y todos corrían hacia él, probaban y luego deconstruían brutalmente el plato.
(What does happen in 'Gourmet,' we had eight test kitchens, and at any given time, there were, like, ten or twelve test cooks. And whenever anybody finished something, they would yell, 'Taste!' and everyone would go running towards it, and then taste, and then brutally deconstruct the dish.)
Esta cita captura vívidamente la atmósfera frenética pero apasionada de una cocina de prueba profesional. Destaca el intenso y colaborativo proceso de innovación culinaria, donde cada plato es examinado meticulosamente, casi de manera agresiva. El sentido de comunidad y propósito compartido entre los cocineros fomenta un ambiente de mejora continua y experimentación. La descripción de Ruth Reichl subraya cuán fundamentales son la degustación y la crítica a la hora de refinar un plato, convirtiendo la cocina en un arte y un diálogo continuo de sabores y técnicas. Un entorno así defiende la idea de que la buena comida evoluciona a través de pruebas rigurosas y comentarios honestos, lo que representa la dedicación a la excelencia culinaria.