Druskin destaca la naturaleza fascinante pero preocupante de los mercados especulativos a través de su comentario sobre ciertos productos financieros que se basan fundamentalmente en conceptos imaginarios. Señala que estos llamados activos carecen de cualquier valor intrínseco, ilustrando la desconexión entre la especulación financiera y el valor económico real.
Esta observación refleja un tema crítico en "The Big Short: Inside the Doomsday Machine" de Michael Lewis, donde el autor explora el comportamiento de los inversores y el sistema financiero que permite el comercio de activos ilusorios. La narrativa subraya el riesgo y la inestabilidad que tales prácticas introducen en la economía, revelando la naturaleza a veces extraña y separada de las finanzas modernas.