En "Under the Tuscan Sun", Frances Mayes enfatiza que la esencia de una ubicación va más allá de lo que transmiten las guías tradicionales. Ella argumenta que la verdadera experiencia de un lugar se siente a través de sus aromas únicos y las respuestas intuitivas que evocan en los visitantes. Se trata de conectarse con el entorno a nivel sensorial en lugar de solo confiar en descripciones fácticas.
Mayes destaca la importancia de la experiencia personal y el instinto para comprender verdaderamente un destino. Si bien las guías pueden proporcionar información útil, a menudo no pueden capturar la profundidad de la atmósfera de una ubicación. La forma en que los olores pueden desencadenar emociones y recuerdos juegan un papel vital en cómo percibimos y apreciamos los lugares que visitamos.