En "sin protección", Barbara Kingsolver explora la tendencia humana a aferrarse a formas de vida familiares, especialmente en tiempos de incertidumbre. Ella sugiere que cuando las personas se sienten amenazadas por el cambio, a menudo están dispuestas a seguir a los líderes autoritarios que prometen volver a un estado de orden anterior. Este instinto revela un miedo más profundo a perder la comodidad y la estabilidad, destacando la complejidad psicológica detrás de tales elecciones políticas.
Kingsolver reflexiona sobre la naturaleza precaria de los tiempos actuales, afirmando que el miedo puede llevar a la sociedad hacia decisiones irracionales. Si el instinto de la humanidad es volver a lo que se sabe en lugar de adaptarse, indica un aspecto preocupante de nuestra naturaleza. Ella advierte que esta mentalidad no solo refleja la locura, sino que también plantea riesgos significativos durante los períodos turbulentos, enfatizando la necesidad de un compromiso reflexivo con nuestro mundo cambiante en lugar de sucumbir al liderazgo impulsado por el miedo.