Albert Einstein destaca la interconexión de los seres humanos con el universo. Sugiere que las personas se perciben como entidades separadas, lo que crea una falsa sensación de aislamiento. Esta percepción, comparada con un "engaño óptico", nos limita a nuestros deseos y relaciones personales, limitando nuestra comprensión del todo mayor en el que existimos.
Einstein fomenta un cambio en la perspectiva, instándonos a liberarnos de estas limitaciones autoimpuestas. Al expandir nuestra compasión de incluir a todos los seres vivos y apreciar la belleza de la naturaleza, podemos trascender nuestro aislamiento. Esta conciencia más amplia fomenta una conexión más profunda con el universo y promueve un sentido de unidad entre todas las formas de vida.