En Estados Unidos, hay un sentido de urgencia entre las personas para mostrar sus experiencias y validar sus identidades a través de las credenciales. El acto de mostrar pruebas de haber estado en algún lugar o lograr algo parece generalizado, lo que refleja una cultura profundamente invertida en reconocimiento y estado. Esta búsqueda de la validación conduce a momentos de competencia entre las personas que compiten por el reconocimiento.
Sin embargo, la frustración subyacente en este escenario sugiere una posible erupción de descontento. La idea de que las personas podrían rebelarse eventualmente contra la presión social y la implacable búsqueda de aprobación es preocupante. Las imágenes de las personas que se elevan, rechazan la subserviencia y se enfrentan a los demás capturan un momento volátil donde la autoafirmación choca con las expectativas sociales.