Todo lo que crece es, por definición, vivo. Washington, D.C. no fue la excepción. Como organismo vivo, el trabajo número uno del gobierno federal era la autoconservación. Cualquier amenaza para su existencia tenía que ser tratada.
(Anything that grows is, by definition, alive. Washington, D.C. was no exception. As a living organism, the Federal Government's number one job was self-preservation. Any threat to its existence had to be dealt with.)
La idea presentada en la cita enfatiza que el crecimiento significa la vida, aplicando esto a Washington, D.C. como una entidad viviente. En este contexto, el gobierno federal es visto como un organismo crucial que prioriza su supervivencia por encima de todo. Esta perspectiva sugiere que cualquier peligro potencial que pueda poner en peligro su existencia debe abordarse de manera rápida y decisiva.
Esta noción subraya la responsabilidad inherente del gobierno de protegerse, reflejando una mentalidad donde la autoconservación se convierte en el objetivo principal. Al enmarcar al gobierno de tal manera, destaca la compleja relación entre la gobernanza, el poder y la necesidad de adaptarse y responder a los desafíos para prosperar.