En el libro "Rosinante to the Road Again", John Dos Passos explora el marcado contraste entre dos personajes, Don Quijote y Sancho Panza. Don Quijote encarna los aspectos idealistas y místicos de la naturaleza humana, persiguiendo sueños y fantasías elevadas, mientras que Sancho Panza representa un enfoque más arraigado y sensual de la vida, centrado en los placeres terrenales y la practicidad. Sus diferentes perspectivas resaltan la tensión entre la aspiración y la realidad.
La ausencia de un punto medio entre estos personajes enfatiza una división fundamental en la experiencia humana. Si bien los altos ideales de Don Quijote pueden inspirar la grandeza, corren el riesgo de desapegar del mundo real, mientras que el pragmatismo terrenal de Sancho puede conducir a la satisfacción, pero puede carecer de la chispa visionaria. Juntos, encapsulan la compleja interacción de los sueños y la realidad en la condición humana.