Pero la verdad es que ninguna persona jamás comprende a otra, desde el principio hasta el final de la vida, no hay ninguna verdad que pueda conocerse, sólo la historia que imaginamos que es verdadera, la historia que realmente creen que es cierta sobre ellos mismos; y todas ellas mentiras.
(But the truth is that no person ever understands another, from beginning to end of life, there is no truth that can be known, only the story we imagine to be true, the story they really believe to be true about themselves; and all of them lies.)
La cita de "Los niños de la mente" de Orson Scott Card destaca la complejidad de la comprensión humana y la naturaleza de la verdad en las relaciones. Sugiere que la comprensión completa entre individuos es imposible a lo largo de sus vidas. Cada persona percibe sus propias experiencias y creencias como verdad, pero estas interpretaciones a menudo pueden ser engañosas o falsas.
Esta perspectiva enfatiza la naturaleza subjetiva de la realidad, donde las narrativas que creamos sobre nosotros mismos y los demás pueden diferir significativamente de la verdad objetiva. En última instancia, estas historias personales dan forma a nuestra percepción mutua, pero es posible que no capturen completamente la esencia de quiénes somos realmente.