En "El mundo según Bertie", Alexander McCall Smith explora el tema de la autocensura prevalente en la sociedad moderna. El narrador reflexiona sobre cómo los individuos a menudo dudan en expresar sus verdaderos pensamientos por miedo a ofender a los demás, impulsados por la presión de la corrección política. Esta lucha por la autenticidad está subrayada por la sensación de que muchos han sido obligados al silencio, suprimiendo sus opiniones para evitar conflictos.
La cita destaca la ironía de esta situación; Si bien la intención puede ser promover la comprensión, a menudo resulta en una atmósfera sofocante donde se desaconseja el discurso genuino. El personaje reconoce que el acto de hablar en la mente es visto como impactante, revelando una división creciente entre la expresión individual y las expectativas sociales. Este tema subraya las complejidades de la comunicación en un entorno culturalmente sensible.