Epictetus enfatiza la importancia de reconocer y expresar gratitud por las bendiciones recibidas de lo divino. Sugiere que tanto en nuestras vidas privadas como públicamente, es apropiado honrar a la deidad a través de himnos y alabanza. Este reconocimiento del favor divino sirve como un recordatorio del bien en nuestras vidas y cultiva un sentido de aprecio.
Al alentar la práctica de cantar himnos y contar bendiciones, Epicteto implica que tales acciones se alinean con nuestro sentido de razón y deber. Esta mentalidad no solo fomenta una conexión espiritual más profunda, sino que también inspira una vida vivida en gratitud y reverencia, lo que puede mejorar nuestro cumplimiento y perspectiva general de la vida.