Epictetus presenta una visión convincente del ser humano invencible como alguien que permanece inquebrantable por las circunstancias externas. Este individuo entiende que el verdadero poder se encuentra dentro del ámbito de la elección personal y la percepción. En lugar de verse afectados por eventos u opiniones externas, mantienen la paz y la libertad internas al enfocarse solo en lo que pueden controlar.
Esta perspectiva enfatiza la importancia de la autodisciplina y la resiliencia mental. Al cultivar una mentalidad que prioriza la autonomía y la responsabilidad personal, uno puede superar los desafíos de la vida. La creencia es que, al dominar nuestras reacciones y decisiones, podemos lograr una sensación de invencibilidad contra el tumulto del mundo exterior.