Harvath reflexiona sobre la naturaleza de la vida, clasificando a las personas en tres grupos: ovejas, perros ovejas y lobos. Sus experiencias como protector le han enseñado que las ovejas tienden a moverse entre dos estados: pastar con calma y entrar en pánico cuando se amenazan. Con la noticia de un brote de virus, siente que la sociedad está al borde del caos a medida que se propaga el miedo. Se prepara para actualizaciones inquietantes adicionales.
Se entera de que las compañías farmacéuticas conectadas con Damien parecen inofensivas, tratando principalmente de medicamentos para la demencia y el control de la natalidad. Sin embargo, Harvath sigue siendo cauteloso, consciente de que la crisis inminente podría descubrir peligros y desafíos imprevistos.