James Monroe, como se muestra en "El último padre fundador de Harlow Giles Unger: James Monroe y el llamado de una nación a la grandeza", era un hombre de carácter notable. Era conocido por su curiosidad y cortesía, mostrando un comportamiento abierto que lo hacía accesible. La falta de arrogancia de Monroe lo distingue, y trató a todos con respeto, independientemente de su posición social. Su naturaleza generosa fue notable, ilustrando su compromiso de apoyar a otros.
Abigail Adams elogió a Monroe por sus cualidades encantadoras y afables, mientras mantenía una manera moda en todas las interacciones. Sus atenciones educadas y su actitud respetuosa hacia las personas en diferentes rangos reforzaron su reputación como un líder considerado. Los rasgos de carácter de Monroe lo ayudaron a conectarse con las personas durante un momento en que el liderazgo requería no solo habilidad, sino también dignidad y humildad.