The Inklings, un grupo literario de renombre que incluye figuras como J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis, enfrentaron la disolución en parte debido al rechazo absoluto de Hugo Dyson por el trabajo de Tolkien, particularmente el señor de los anillos. Este despido alteró la dinámica del grupo, creando un entorno en el que compartir ideas experimentales se puso llena de tensión. En lugar de fomentar la exploración creativa, la crítica de Dyson infundió miedo, haciendo que los miembros estén menos dispuestos a compartir sus borradores.
El espíritu de colaboración y apoyo disminuido a medida que los Inklings experimentaron este cambio de una crítica constructiva a un rechazo absoluto. Las críticas reflexivas generalmente empoderan a los artistas, alentando la toma de riesgos y la innovación, mientras que el despido conduce a una retracción de la creatividad. En esta atmósfera dañina, el grupo perdió su capacidad para fomentar las ideas audaces que inicialmente las habían unido.