En su libro "Bandersnatch", Diana Pavlac Glyer examina la dinámica de los Inklings, un grupo de escritores, incluidos C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien. Cuando Dyson criticó a un autor dentro del grupo, no era simplemente una cuestión de desacuerdo; Debilitó la base de los Inklings al limitar la voz de uno de sus miembros. Este acto de silenciamiento fue perjudicial, ya que socavó el espíritu colaborativo que era esencial para su proceso creativo.
Glyer enfatiza la distinción entre conflictos saludables y paradas despectivas en las discusiones creativas. El enfoque de Dyson puede verse como un paso en falso significativo, ya que interrumpió la unidad y el soporte mutuo en el que se basaban los Inklings. La tensión creada por sus acciones dejó un impacto duradero en el grupo, lo que sugiere que tales conflictos, cuando se manejan mal, pueden desmantelar los esfuerzos de colaboración que inspiran una gran creatividad.