No soy valiente, no soy fantástico. Soy como cualquier otra mujer. Estoy infeliz. Soy dificil. Estoy triste. ¿Soy fuerte también? Quizás, pero no siempre. Hay días que no quiero ver a nadie. ¿Lo más importante que aprendes? Puedes vivir con eso.
(I'm not brave, I'm not fantastic. I'm like any other woman. I'm unhappy. I'm difficult. I'm sad. Am I strong, too? Maybe, but not always. There are days when I don't want to see anyone. The most important thing you learn? You can live with it.)
Esta cita captura maravillosamente las experiencias matizadas de muchas mujeres que luchan contra la vulnerabilidad y la fuerza simultáneamente. Enfatiza que los sentimientos de infelicidad, dificultad y tristeza son universales, y fortaleza no significa la ausencia de estas emociones. En cambio, reconocer y aceptar las propias fluctuaciones emocionales es una parte vital de la resiliencia. El reconocimiento de que algunos días son más difíciles que otros fomenta la compasión por uno mismo. Nos recuerda que la auténtica fuerza incluye la vulnerabilidad y la autoconciencia y que vivir con estos sentimientos es parte de la experiencia humana. Al aceptar estas verdades, uno encuentra poder en la honestidad y la autoaceptación.