Ya no creo que podamos guardar silencio. Realmente nunca lo hacemos, eso sí.
(I no longer believe that we can keep silent. We never really do, mind you.)
En "cosas que he estado en silencio", Azar Nafisi reflexiona sobre la importancia de romper el silencio que rodea las experiencias personales y colectivas. Ella sugiere que el silencio a menudo es más complicado de lo que parece, ya que los pensamientos y sentimientos tácitos pueden influir profundamente en nuestras vidas. Nafisi insta a los lectores a enfrentar sus verdades en lugar de permanecer pasivos, destacando el poder de la voz para hacer el cambio.
Esta cita subraya la lucha entre el miedo a hablar y la necesidad de expresar las creencias de uno. Nafisi enfatiza que el silencio no puede mantenerse realmente, ya que las emociones e ideas no expresadas a menudo se manifiestan de diferentes maneras. Su trabajo defiende por el coraje de hablar, revelando que expresar las experiencias de uno puede conducir al empoderamiento y la comprensión.