Una vez escuché a mi padre decirle a un amigo que su relación con mi madre le recordó a una historia de Attar, el poeta místico persas del siglo XII, sobre un hombre que montaba sin temor un león feroz. Cuando el narrador siguió a este hombre valiente a su casa, se sorprendió al ver cuán fácilmente fue intimidado por su esposa. ¿Cómo podría un hombre que no tenía miedo de una bestia feroz ser tan intimidada por su propia esposa? Su anfitrión disparó: si no fuera por lo que sucede en casa, nunca podría montar un león.
(I once heard my father tell a friend that his relationship with my mother reminded him of a story by Attar, the twelfth-century Persian mystic poet, about a man who fearlessly rode a ferocious lion. When the narrator followed this brave man to his home, he was shocked to see how easily he was cowed by his wife. How could a man who was not afraid of a fierce beast be so intimidated by his own wife? His host shot back: If it weren't for what happens at home I could never ride a lion.)
La autora reflexiona sobre una historia compartida por su padre, comparando su relación con su madre con una historia del poeta persa Attar. En esta historia, un hombre valiente que monta un león es finalmente sometido por su esposa. Este contraste plantea preguntas sobre la masculinidad y la dinámica de las relaciones personales, donde la valentía en un ámbito no necesariamente se traduce en otro.
Esta anécdota destaca las complejidades de las relaciones humanas, lo que sugiere que la verdadera fuerza puede estar a cargo de los desafíos domésticos. La visión del padre, que la vida doméstica alimenta su coraje en el mundo exterior, ilustra la naturaleza entrelazada de las identidades personales y públicas.