Si hubieran ganado, todo lo que habrían pensado era ganar más dinero, la clase alta. Abendsen, él está equivocado; No habría una reforma social, no hay planes de obras públicas de bienestar: los plutócratas anglosajones no lo habrían permitido. Juliana pensó, hablado como un devoto fascista.
(If they had won, all they'd have thought about was making more money, the upper class. Abendsen, he's wrong; there would be no social reform, no welfare public works plans-the Anglo-Saxon plutocrats wouldn't have permitted it. Juliana thought, Spoken like a devout Fascist.)
En "The Man in the High Castle" de Philip K. Dick, el personaje reflexiona sobre las motivaciones de la clase alta y su renuencia a apoyar la reforma social. La declaración sugiere que, si hubiera ganado la clase alta, su enfoque principal habría sido la maximización de ganancias en lugar del mejoramiento de la sociedad. Este punto de vista es crítico con la influencia de los ricos en las decisiones políticas, afirmando que no permitirían cambios que puedan beneficiar al público o promover programas de bienestar.
La respuesta de Juliana indica su desaprobación de esta perspectiva, etiquetándola como una visión extremista característica de la ideología fascista. Ella reconoce las posibles consecuencias de una mentalidad capitalista, lo que sugiere una preocupación profunda por la equidad social frente al dominio económico. La interacción destaca las ideologías contrastantes presentes en la narrativa, enfatizando la tensión entre los intereses de capital y la necesidad de progreso social.