Imagina que estás caminando por un camino frondoso ... el sol está retrocediendo, y estás caminando solo, acariciado por la luz ventosa de la tarde. Entonces, de repente, sientes una gran caída en tu brazo derecho. ¿Está lloviendo? Miras hacia arriba. El cielo todavía está engañosamente soleado ... segundos después, otra gota. Luego, con el sol aún encaramado en el cielo, estás empapado en una lluvia. Así es como me invaden los recuerdos, abruptamente e inesperadamente ...
(Imagine you are walking down a leafy path…The sun is receding, and you are walking alone, caressed by the breezy light of the late afternoon. Then suddenly, you feel a large drop on your right arm. Is it raining? You look up. The sky is still deceptively sunny…seconds later another drop. Then, with the sun still perched in the sky, you are drenched in a shower of rain. This is how memories invade me, abruptly and unexpectedly…)
El pasaje describe un momento sereno mientras camina por un camino, donde la presencia de la luz solar da una sensación de calma. Este escenario pacífico se ve abruptamente por las inesperadas gotas de lluvia, que simbolizan cómo los recuerdos pueden invadir repentinamente nuestros pensamientos. Así como el sol de repente puede dar paso a la lluvia, los recuerdos pueden surgir inesperadamente, creando una disonancia entre la tranquilidad actual y las tormentas emocionales que traen.
En esta metáfora, Azar Nafisi ilustra la naturaleza impredecible de la memoria y cómo puede entrometerse en nuestra conciencia sin previo aviso. El contraste entre la agradable tarde y la ducha repentina refleja la complejidad de la experiencia humana, donde los momentos de alegría pueden estar teñidos de recuerdos que invocan tristeza o nostalgia. Esto encapsula la esencia de sus memorias, destacando el entrelazado de la literatura y el paisaje emocional impredecible de la vida.