En cada herramienta que creamos, una idea está incrustada que va más allá de la función de la cosa misma.
(In every tool we create, an idea is embedded that goes beyond the function of the thing itself.)
Neil Postman, en su libro "divirtiéndonos hasta la muerte", explora las implicaciones más profundas de las herramientas que creamos, enfatizando que cada invención tiene una idea subyacente que trasciende su uso práctico. Este concepto sugiere que la tecnología influye en nuestros valores y da forma a nuestro discurso social, a menudo de manera inesperada. Las herramientas que usamos no son neutrales; Reflejan y refuerzan ciertas ideologías y actitudes que pueden afectar nuestra forma de pensar.
La afirmación de Postman nos invita a reflexionar críticamente sobre cómo los medios y la tecnología transforman el discurso público. En lugar de simplemente servir a fines funcionales, estas herramientas pueden alterar nuestras percepciones de la realidad y afectar la forma en que nos comprometemos entre nosotros. Al reconocer las ideas integradas dentro de nuestras herramientas, podemos comprender mejor los cambios culturales que causan y las responsabilidades que vienen con su uso.