El keynesianismo, si se suma su forma flexible y musculosa durante la Depresión a su versión más rígida de posguerra, duró cuarenta y cinco años. Nuestra propia Globalización, con su determinismo tecnocrático y tecnológico y su idolatría de mercado, tuvo treinta años. Y ahora también está muerto.
(Keynesianism, if you add its flexible, muscular form during the Depression to its more rigid postwar version, lasted forty-five years. Our own Globalization, with its technocratic and technological determinism and market idolatry, had thirty years. And now, too, is dead.)
Esta cita examina de manera conmovedora la naturaleza cíclica de los paradigmas económicos dominantes y su inevitable declive. La economía keynesiana, que alguna vez proporcionó un marco flexible y poderoso para gestionar las fluctuaciones económicas, pasó por diferentes fases y finalmente se volvió más rígida en la era de posguerra antes de perder influencia. La reflexión se extiende a la globalización contemporánea, caracterizada por una gobernanza tecnocrática, un determinismo tecnológico y una idolatría generalizada del mercado. Estas fuerzas, que dominaron durante varias décadas, ahora se declaran muertas, lo que sugiere un cambio de paradigma en la forma en que abordamos la política económica y la interconexión global. El autor nos invita a considerar que ningún sistema económico o ideología permanece eterna; todos están sujetos a las corrientes de cambio sociales, tecnológicas y políticas. Este reconocimiento insta a los formuladores de políticas, académicos y ciudadanos por igual a permanecer adaptables y con una mentalidad abierta. Como muestra la historia, lo que hoy se venera puede volverse obsoleto mañana, lo que requiere enfoques innovadores y nuevas perspectivas para abordar los desafíos futuros. La metáfora del final de estas grandes historias económicas señala un momento de transición, lo que potencialmente abre caminos para nuevas teorías y estrategias que se alinean mejor con las realidades actuales y las incertidumbres futuras. Comprender esta fluidez ayuda a prevenir la lealtad ciega a una sola doctrina, enfatizando la importancia del pensamiento crítico y la resiliencia en un panorama global en constante evolución.