La música no es sólo un placer, una satisfacción pasajera. Es una necesidad, un hambre profunda; y cuando la música es la adecuada, es alegría. Amar. Un anticipo del cielo. Un consuelo en el dolor
(Music isn't just a pleasure, a transient satisfaction. It's a need, a deep hunger; and when the music is right, it's joy. Love. A foretaste of heaven. A comfort in grief)
La música es esencial para la experiencia humana y sirve como algo más que una simple fuente de disfrute o satisfacción temporal. Satisface una profunda necesidad emocional dentro de nosotros, creando sentimientos de alegría, amor e incluso conexión espiritual. Cuando encontramos la música adecuada, resuena profundamente y a menudo nos deja una sensación de felicidad que trasciende las experiencias ordinarias.
Además, la música juega un papel crucial para consolarnos en momentos de dolor. Puede actuar como una fuente de consuelo, brindándonos un alivio del dolor y permitiéndonos sentirnos comprendidos y conectados con algo más grande. Orson Scott Card captura esta dualidad de la música, destacando su poder para elevar y consolar nuestro espíritu.