En su libro "Las hijas de la princesa Sultana", la autora Jean Sasson expresa su frustración por las relaciones románticas formadas en circunstancias poco realistas. Sostiene que si hombres y mujeres pudieran interactuar en entornos normales, la tendencia al amor instantáneo disminuiría. El amor genuino, como lo ejemplifica la relación de su hermana Sara y su esposo Assad, no es común y a menudo se desarrolla con el tiempo y las experiencias compartidas.
Sasson destaca los riesgos de las emociones espontáneas que surgen cuando las interacciones sociales son limitadas. Cuando los encuentros ocurren en circunstancias raras o extraordinarias, pueden provocar malentendidos y tragedias personales, lo que sugiere que las relaciones más saludables prosperan en entornos más estables y cotidianos.