Ningún hombre jamás llegó a ser grande o bueno excepto a través de muchos y grandes errores.
(No man ever became great or good except through many and great mistakes.)
Esta cita destaca el papel fundamental que juegan los errores y fracasos en el crecimiento y los logros personales. Aceptar los errores como pasos esenciales en lugar de reveses fomenta la resiliencia y la perseverancia. Nos recuerda que la perfección no es un requisito previo para la grandeza y que el camino hacia la excelencia a menudo está lleno de lecciones aprendidas de los fracasos. Esta mentalidad fomenta la perseverancia y el optimismo, empoderando a las personas para seguir esforzándose a pesar de los reveses. Reconocer el valor de los errores puede transformar nuestra manera de abordar los desafíos, haciéndonos más resilientes y abiertos a oportunidades de aprendizaje que, en última instancia, conducen al éxito.