Nunca disminuya, en ninguna circunstancia, una obra literaria tratando de transformarlo en una copia de la vida real.
(Never diminish, in any circumstance, a literary work trying to transform it into a copy of real life.)
En sus memorias "Leyendo Lolita en Teherán", Azar Nafisi enfatiza el poder único de la literatura. Ella argumenta que la esencia de una obra literaria no debe diluirse por los intentos de hacer que imite situaciones de la vida real. En cambio, ella cree que la ficción tiene su propio reino que permite una exploración más profunda de las verdades que de otro modo podrían permanecer sin examinar en la vida cotidiana.
La perspectiva de Nafisi destaca la importancia de preservar la integridad de la literatura. Al insistir en que apreciamos los libros por sus cualidades artísticas en lugar de tratar de reducirlos a simples reflexiones de la realidad, alienta a los lectores a involucrarse con la literatura de una manera más profunda y significativa. Este enfoque permite que la literatura desafíe, provoca e inspira en formas que la realidad no puede.