En un intercambio humorístico entre una esposa y su esposo, la esposa reconoce que puede haber reaccionado exageradamente a sus preparativos del día del juicio final. Ella hace referencia humorística al calendario aztecas, sugiriendo que el mundo podría terminar para 2028. Su esposo contribuye a las bromas comentando sobre la edad de algunos bocadillos que tienen, específicamente los errores, que bromea perderá su crujido para entonces.
La esposa aclara que los bocadillos no están destinados a comer sino para una defensa creativa contra los saqueadores potenciales, mostrando su mentalidad juguetona y peculiar. Esta conversación lúdica destaca la dinámica de la pareja y el estilo cómico del autor, enfatizando que incluso los temas más serios se pueden abordar con humor.