Uno cancela el otro y, sin embargo, sin uno, el otro está incompleto. En la primera fotografía, de pie allí con nuestras túnicas y bufandas negras, somos como nos habían formado los sueños de otra persona. En el segundo, aparecemos como nos imaginamos a nosotros mismos. En tampoco pudimos sentirnos completamente en casa.
(One cancels the other, and yet without one, the other is incomplete. In the first photograph, standing there in our black robes and scarves, we are as we had been shaped by someone else's dreams. In the second, we appear as we imagined ourselves. In neither could we feel completely at home.)
En las memorias de Azar Nafisi "Leer Lolita en Teherán", ella reflexiona sobre la dualidad de la identidad a través de fotografías contrastantes. La primera imagen representa a ella y a sus compañeros que se ajustan a las expectativas y sueños que les imponen la sociedad, destacados por sus túnicas y bufandas negras. Esta apariencia significa una pérdida de individualidad y el peso de las presiones externas que definen quiénes son.
La segunda fotografía captura sus identidades autoimaginadas, pero aún así luchan por encontrar un verdadero sentido de pertenencia en cualquier representación. Este sentido de desconexión revela una exploración más profunda de la identidad personal versus social, enfatizando cómo cada representación, aunque distinta, permanece incompleta sin la otra.