En "Pierced by the Sun", Laura Esquivel explora la idea de que la soledad no equivale a la verdadera soledad. Incluso en momentos de aislamiento, nuestros pensamientos sirven como una conexión con los demás, reflejando nuestras interacciones y relaciones pasadas. Los pensamientos actúan como un puente para aquellos que hemos conocido, recordándonos nuestras experiencias compartidas y el impacto que tienen en nuestro diálogo interno.
La cita enfatiza que la esencia de nuestros pensamientos se basa en estos recuerdos, lo que sugiere que incluso cuando estamos físicamente solos, llevamos la compañía de nuestras conexiones pasadas dentro de nosotros. Esta perspectiva destaca la relación intrínseca entre nuestros paisajes mentales y nuestras interacciones sociales, configurando nuestra comprensión de la soledad y la compañía.