Naguib Mahfouz, en su trilogía, presenta un profundo contraste entre la ciencia y el arte, lo que sugiere que la ciencia sirve como un medio universal a través del cual la sociedad expresa sus actividades intelectuales. Encarna la lógica, el razonamiento y la búsqueda del conocimiento, desempeñando un papel fundamental en la mejora del desarrollo y la comprensión social.
Por otro lado, enfatiza que el arte abarca el espectro completo de las emociones y experiencias humanas, lo que refleja las complejidades de la personalidad humana. El arte se involucra con sentimientos, creatividad y experiencias subjetivas, lo que lo hace vital para la expresión personal y la identidad cultural. Juntos, la ciencia y el arte cumplen roles distintos pero complementarios en el tejido de la sociedad.