Las personas solo son malas cuando están amenazados, dijo más tarde ese día, y eso es lo que hace nuestra cultura. Eso es lo que hace nuestra economía. Incluso las personas que tienen trabajo en nuestra economía están amenazadas, porque se preocupan por perderlos. Y cuando te amenazan, comienzas a mirar solo por ti mismo. Empiezas a ganar dinero un dios. Todo es parte de esta cultura.
(People are only mean when they're threatened, he said later that day, and that's what our culture does. That's what our economy does. Even people who have jobs in our economy are threatened, because they worry about losing them. And when you get threatened, you start looking out only for yourself. You start making money a god. It is all part of this culture.)
Morrie sugiere que la mezquindad a menudo surge de un sentido de amenaza, que está perpetuado por las presiones de nuestra sociedad y economía. En una cultura donde la inseguridad es rampante, incluso aquellos con trabajos estables sienten un miedo constante a perder su posición. Esta ansiedad lleva a las personas a priorizar su propia supervivencia sobre la compasión por los demás.
Como resultado, las personas se vuelven egocéntricas, tratando el dinero como su objetivo final y olvidando la importancia de la conexión y la amabilidad. Este fenómeno refleja un problema cultural más amplio, donde el miedo impulsa el comportamiento y socava los valores de la comunidad y el apoyo.