La cita destaca la idea de que la conciencia a menudo puede conducir a preocupación o ansiedad. Si alguien desconoce algo que le falta o no posee, es posible que no se preocupe por eso. Usando la metáfora de un milpiés, el autor sugiere que una criatura centrada en su propia existencia no reflexionaría sobre las habilidades de los demás, como las aves, para volar. Esto refleja un estado natural de ser donde uno encuentra satisfacción en sus propios atributos sin compararse con los demás.
Esta perspectiva alienta a las personas a adoptar sus cualidades únicas y no obsesionarse con lo que podrían estar perdiendo. Al centrarse en las fortalezas de uno en lugar de las deficiencias, uno puede lograr una sensación de paz. La esencia de la cita invita a los lectores a apreciar sus propias identidades y roles en la vida sin la carga de la comparación, lo que en última instancia puede conducir a una mayor satisfacción.